La terapia de estimulación sensorial se debe abordar de una manera global. Trabajamos con los sentidos exteroceptivos, como el gusto, el oído, el tacto, el olfato y la vista; y con los sentidos propioceptivos, como el vestibular, el tacto, y el propioceptivo en sí mismo. La intervención terapéutica consiste en la estimulación de los sentidos mediante actividades motivadoras y significativas, controladas por un terapeuta para conseguir la participación activa del niño o la niña.
Sin objetivo, no hay intervención terapéutica posible.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada niño o niña, ya sea con Síndrome de Down, o con cualquier dificultad de aprendizaje y/o desarrollo, tiene sus dificultades específicas así como también sus preferencias. Gracias a las herramientas que nos ofrece una Sala Multisensorial podemos poner en marcha varios procesos terapéuticos basándonos en la capacidad de sentir, inherente al ser humano, independientemente de sus capacidades o dificultades. De esta forma, conseguimos los objetivos propuestos en cada sesión terapéutica siempre personalizados y adaptados a cada niño o niña.
Es importante remarcar que todas las intervenciones realizadas, tanto en la sala multisensorial como fuera de ella, deben tener:
- Un objetivo: sin objetivo no hay intervención.
- Un usuario.
- Una acción (o más de una).
A partir de estos tres ítems, podemos encontrarnos con sesiones de fonoaudiología y refuerzo escolar, donde los niños y las niñas consiguen trabajar integrando la mirada en el juego sensorial que ofrecemos, manteniendo su atención y participación hasta el final y, a su vez, nos permite observar de forma clara su intención comunicativa. Nuestra sala también nos da la posibilidad de trabajar repetitivamente un mismo concepto, manteniendo la atención sostenida del niño o niña durante más tiempo, y creando así una actividad mucho más atractiva.
Por otro lado, también utilizamos las herramientas que nos ofrece la sala multisensorial y sus infinitas posibilidades de intervención para las sesiones de fisioterapia y psico-neuromotricidad. Durante estas sesiones podemos añadir una nueva persona en la intervención (la figura de la madre o el padre, por ejemplo) y trabajamos el vínculo entre progenitores e hijos/as y la separación entre ambas personas, fomentando la autonomía y la regulación emocional del niño o niña.
Un Entorno Enriquecido
Todas las sesiones tienen un ritual de entrada y otro de salida, para ayudar al niño o a la niña a la planificación de la acción, y por tanto favorecer su comunicación y el desarrollo de la identidad. Nos ayudamos de las distintas herramientas sensoriales, visuales, olfativas, táctiles, auditivas, gustativas, propioceptivas y vestibulares para poder crear el entorno de trabajo más favorecedor para el niño o niña, donde él sea quién dirija la exploración del entorno. Creando este entorno enriquecido con estímulos concretos (y estratégicamente planeados) favorecemos aprendizajes que ayudan a la plasticidad cerebral, desarrollando el llamado «despertar sensorial».
Estimulación Sensorial En Niños y Niñas Con Síndrome De Down
La estimulación sensorial la realizamos tanto a nivel terapéutico como educativo. Podemos realizar sesiones en la sala multisensorial mezclando objetivos diversos:
- Buscamos la regulación emocional y la integración de la mirada para poder aprender los colores, utilizando el tubo de burbujas.
- Trabajamos la lectura y reconocimiento de sílabas a través de la luz negra o luz UV.
- Creamos una red con la fibra óptica y ponemos animales marinos simulando que se han quedado atrapados. Deben salvar aquellos que sean animales y devolverlos al mar con ayuda de una caña imantada, trabajando destrezas, coordinación visomotora y habilidades manipulativas.
- Explicamos un cuento en la sala multisensorial utilizando la mesa de luz y el panel interactivo en un entorno privado de muchos estímulos, para trabajar el desarrollo del lenguaje y la comunicación.
- Jugamos a estar de pie en la cama de agua recreando las olas del mar, para trabajar la tonicidad y la fuerza en las piernas, mientras estimulamos el juego simbólico para el desarrollo cognitivo.
Gracias a la sala multisensorial podemos disponer de muchas más herramientas para poder alcanzar los objetivos que nos marcamos. Las sesiones son muy significativas y nos reportan resultados muy importantes: el despertar y la estimulación sensorial nos producen resultados únicos.
También nos permiten trabajar objetivos específicos de formas diferentes, y nos facilita la interacción y participación entre los implicados/as. Gracias a nuestra sala, creamos ambientes mágicos y únicos, que hacen vivir a nuestros niños y niñas una experiencia emocional activa y rica para su desarrollo.